You Confuse Me {Chris}

Había sido la semana más caótica para Chris, y no era precisamente por el trabajo, que si bien se hallaban en hiatus y tuvieron algunos días de "descanso" no eran del todo vacaciones y pronto tuvieron que reunirse de nuevo en el set de Glee para trabajar el regreso de la serie.

Chris se sentía nervioso cuando volvió al plató, pues aun el final de la fiesta le torturaba en extremo. Simplemente el amanecer en casa de Mark tras aquella turbulenta noche fue embarazoso, pues como pudo se las había arreglado para llevarse la ropa de cama usada, bajo pretexto de haber vomitado en ella y que desesaba lavarla y devolverla presentable a su amigo. Chris no recordaba bien si aquel pretexto del vomito era suyo o había sido una sugerencia de Darren.

Darren... He ahí su más grande predicamento. Sí, estaba locamente enamorado de él y por ende había disfrutado mucho el resultado de aquella noche de copas, aunque el final no había sido tan hermoso. La culpa les atormentaba a ambos, la sensación de haberlo arruinado todo entre ellos, la ansiedad de sentir que podía perder a Darren para siempre.

Darren, su Dare, era su mejor amigo, ¿cómo podía dejarlo ir? ¿cómo podía perderlo? No deseaba eso y sin embargo quizá eso pasaría, pues al volver a reunirse, en el set de glee, las charlas entre ambos si bien no habían cesado no eran como antes. Ya no había bromas, ni debates estúpidos sobre quien era mejor "Darth Vader" o "Darth Maul", no había esas charlas a los gritos en el set, donde todos se partían de risa por las tonterías que solían decirse y el tono de voz que usaban para hablarse, y en especial, no habían visitas de Darren al trailer de Chris. Sí, quien lo diría, Colfer, tan celoso de su privacía, el chico que no deseaba la intromisión de nadie en su espacio sagrado, se había acostumbrado totalmente a tener al Starkid rondando su trailer, comiendo sus golosinas, leyendo sus libros y revistas y charlando sin parar mientras él según, trataba de escribir una línea de su novela. Darren en poco tiempo se había convertido en algo muy importante en su vida.

Y ahora le hacía tanta falta.

Pero no solo era la amistad de Darren lo que le dolía, era también el hecho de amarlo tanto y saber que nunca sería suyo. Chris lo comprendía, Darren era heterosexual, tirando a "Heteroflexible", pero a fin de cuentas, lo suyo eran las chicas y lo de ellos había sido solo un desliz, por algo Criss tenía novia, a aquella estúpida chica que tantos celos le provocaba al contratenor, pero que a fin de cuentas, Colfer respetaba por ser quien poseía el corazón de Darren. De solo pensar en el predicamento en que le había puesto con ella, se sentía morir. Deseaba que la tierra se lo tragara o encontrar el modo de arreglar el asunto.

Y había otro temor más. ¿Darren habría notado sus sentimientos durante aquella noche? ¡Si era así estaba pérdido! Pues una cosa era decir que todo había sido producto solo del alcohol y la deshinibición que este provocaba, pero ¿cómo justificarse si él notaba que lo amaba? ¿Cómo desviar la atención sobre aquello? La única forma que se le ocurría era dar a entender que estaba enamorado de alguien más y quizá Darren lo creería, eso haría que el starkid no se sintiera presionado. Por esa razón, Colfer procuraba conversar en el set más a menudo con Chord. No era justo, pero le pareció un blanco oportuno para ese fin, después de todo, en Tumblr todos pensaban que él sentía algo por el rubio de boca grande.

Ahora solo era cuestión de arreglarlo todo. Por suerte para él, Darren lo había citado en aquel mirador. No podía negar que se hallaba nervioso, pero en realidad quería arreglar eso con su amigo, volver a ser su amigo como antes y sí, seguir amándolo, pero sin entrometerse en su vida.

Salió del evento al cual había debido asistir y llegó al lugar indicado. Muchas parejas caminaban en dirección contraria a la suya, abandonando el lugar. Miró a Darren a lo lejos y no pudo evitar embelesarse un momento con su vista. Notó que se quedarían a solas, por un lado se sintió tranquilo de no tener testigos para esta charla, pero por otro lado sintió miedo, temía no poder sostenerse ante él y terminar delatándose en su mirada, la expresión de su rostro o el tono de su voz.

Se acercó a él y carraspeó un poco para llamar su atención.- Bonito lugar.- Murmuró, tratando de sonar alegre.

Darren le saludó con pretendida naturalidad, aunque Chris, que le conocía tan bien, sabía perfectamente que se hallaba tanto o más nervioso que él. Por un lado, si lo miraba con cierta frialdad, eso era una buena señal, quiere decir que podrían resolver eso, por lo menos quería aferrarse a esa esperanza.

Darren le indicaba que se acercara a su lado, así que Chris obedeció con cierta timidez. Se sentó junto a su amigo, sintiéndose tenso y nervioso. Al oír la pregunta de su amigo, negó con la cabeza, esbozando una sonrisa nerviosa.- No, no, está bien, estoy bien...- Murmuró, para luego quedarse ambos en un silencio incómodo.

¿Qué debía hacer? ¿Debía soltar todo lo que deseaba decir? ¿Podría hacerlo sin resquebrajarse?

Por suerte para él, Darren comenzó a hablar. lentamente, algo torpe, parecía costarle trabajo y no podía culparlo. Sintió entonces que quizá él debería tomar la palabra, pero su amigo se repuso y pudo continuar. Lo que dijo le fue inesperado, después de todo Chris era quien se consideraba culpable de aquella noche (maravillo, fantástica, única, pero a fin culpable de lo desastroso de sus consecuencias). Iba a hablar, pero Darren le indicó que esperara y siguió. Chris le obedeció de nuevo, escuchándolo con atención.

Negó sutilmente con la cabeza, pues él no consideraba que su amigo hubiese sobrepasado nada, él era quien se había excedido. Sonrió dulcemente al saberse su mejor amigo (bueno, aunque admite que le dio un poquitín de celos saber que compartía el puesto con alguien más), pero debía admitir que sí, eso significaba mucho.

Claro, no era lo que realmente deseaba, no quería ser solo su mejor amigo, quería ser eso y algo más, su mejor amigo y el amor de su vida, pero eso era imposible y esto ya quedaba totalmente aclarado. Las palabras de Darren se lo estaban dejando más claro que el agua y él debía asumirlo. Suspiró. Bueno, eso era lo que deseaba básicamente, ¿no? Salvar su amistad, no perder a Darren aunque no pudiera tenerlo como él quería. Poder seguir a su lado, riendo y bromeando con él, conviviendo como antes como si nada hubiera pasado. Ya no debía pedir más.

Negó de nuevo con la cabeza, sonriendo un poco más relajado, haciendo un gesto con las manos que le indicaban a su amigo que debía calmarse.- Darren, la verdad... Soy yo quien debe disculparse.- Respiró hondo y siguió.- Yo abusé de ti, abusé de tu amistad y tu confianza... ¡Dios!- Rodó los ojos, desesperado y enojado consigo mismo.- Me comporté como un idiota, Mark tenía razón, no debí beber, primera vez que lo hago y cometo el error más grande de mi vida. Darren.- Dijo mirándolo de nuevo.- Lo lamento tanto... me aproveché de ti y de tus... bueno, tus historias sobre tus "juegos" universitarios, solo recuerdo que, recuerdo que...- Se sonrojó, prefería mejor no decir que recordaba o lo que sintió en ese momento.- Sólo sé que te orillé a hacer algo que no querías y peor aun, que no debías. ¡Dios, Darren! Tú novia, te he metido en problemas con ella, ¿verdad?, ¡Por Dios, en verdad lo lamento tanto!-

Se estaba alterando, así que respiró hondo otra vez para tranquilizarse.

- Dare...- Dijo titubeante, como si tanteara el hecho de poder seguir llamándole de aquella cariñosa manera, aquel título que sólo él podía usar con Darren. Al ver que no habían respuestas negativas, continuó.- Dare, créeme, no hay nada que quiera más que volver a lo que teníamos.- Mintió, pues en realidad él deseaba otra cosa, pero debía mantenerse firme.- No quiero separarme de ti, no quiero perderte, no quiero perder a mi mejor amigo.- Añadió con sinceridad.- Y si me das la oportunidad, quiero enmendar mi error y el problema en el que te he metido. ¿Has hablado con Mía? ¿Quieres que hable con ella? Si le explico ella quizá lo comprenda, sabrá que no fue tu culpa, sino mía.- Quiso tomarle las manos, pero se contuvo, eso lo empeoraría más.

Asintió ante la propuesta. Dejar de llamar error a aquella noche tan fantástica (pese al desastroso final), pues dejando de lado las terribles consecuencias, aun así valoraba aquel momento como el más feliz de su vida.

Sintió una punzada en el estómago al escuchar lo referente a Mía. Sí, odiaba a esa chica (aunque ella no lo merecía, era por puros celos), pero tampoco le deseaba nada malo, y sin quererlo, le estaba haciendo pasar el momento más terrible que una persona enamorada podría sufrir. La culpa seguía haciendo presa de Chris y habría deseado poder realmente hablar con ella y explicarle todo, pero Darren lo dejó muy claro; era mejor que no interviniera, ellos debían resolverlo, y Chris añadió para sí misma la acotación de "ya interferiste demasiado, Colfer".

Pero Darren continuaba hablando sobre su novia y las consecuencias, y lo que dijo era algo que realmente no se esperaba. ¿En verdad eso sentía? ¿Era cierto que no sentía con ella lo mismo de antes? ¿Terminarla? Nuevamente su mal sano egoísmo le estaba comenzando a dominar, pero lo acalló en un segundo. Ahí no había nada que celebrar. Su amigo se hallaba ahora más confundido que antes, pues si bien antes solo tenía los antecedentes de sus juegos heteroflexibles de la escuela, ahora debían añadirle los problemas con aquella relación en la que, según, le iba tan bien.

Pero sintió la duda al escuchar lo último. ¿Dudas sobre su persona? ¿Cuáles serían y, acaso sería muy impertinente de su parte preguntar al respecto? No estaba seguro, pero si acaso era algo en lo que él pudiera ayudarle, bien valía preguntar.-¿Y... puedo saber cuales son esas dudas?- Soltó, con timidez, pues al terminar de hablar sintió que sí estaba siendo demasiado impertinente.

Darren parecía algo renuente a responder, y si bien Colfer se había sentido impertinente por interrogarlo, también no podía negar que si tantos problemas le provocaba decirlo, era porque se trataba de algo grande, quizá grave, y por ende necesitaría un amigo más que nunca.

Las palabras de su amigo eran algo inesperadas, pero muy ciertas. Desde que lo conoció, Darren había mostrado ser el tipo de persona que se desvivía por los demás dejándose a sí mismo de lado muchas veces. En ocasiones, Chris se preguntaba si acaso ese chico se tomaría algún tiempo para sí mismo. El que lo comentara en ese momento le comprobaba que a veces podía hacerlo.

Y aunque sonaba real, aun así Chris no se sentía del todo convencido. Había algo que su amigo omitía, podía notarlo, podía sentirlo. En poco tiempo había aprendido a leer a Darren como a un libro abierto, podía deducir según su expresión, según el movimiento de sus manos o el brillo de sus dulces hazel, el estado anímico que lo embargaba. Y aunque generalmente ese estado era el más alegre y feliz del mundo, el más noble, dulce y desinteresado, también habían momentos nostálgicos, tristes o de frustración que lo agobiaban, raros, pero existían. Y Chris había aprendido a ver todo eso.

Y justo era lo que veía ahora.

Veía frustración en los ojos de su amigo, veía... ¿confusión? Pero, ¿qué podía ser lo que le confundía? Darren continuó hablando de Mía y su relación con ella, el show y todo. Chris seguía oyéndolo con interés sincera. Era verdad lo que él decía, mejor notarlo ahora que más tarde, aun así, no dejaba de sentir pena por la chica.

Siguió observando a su amigo. Pese a su pericia para leer en su rostro y sus ojos, aun había algo ahí que se le estaba mostrando indescifrable. Posó su mano sobre la de Darren para brindarle su apoyo, aferrándola con suavidad. Pronto se dio cuenta de que podía estar empeorándolo todo y la apartó con sutileza. Nuevamente el miedo volvió a asaltarle. No habría notado lo de sus sentimientos hacia él, ¿o sí? ¿Sería eso por lo que se hallaba confundido y frustrado? ¿Habría notado que Chris estaba locamente enamorado de él y se sentiría obligado a darle una respuesta sin saber como abordar el asunto? No, no era posible.

-Su... supongo que tienes razón, pero eso solo lo averiguarás cuando pase el tiempo que se han dado de descanso; es decir, en algún momento, en algún momento comenzarás a extrañarla y te darás cuenta de cuanto significa para ti, entonces le llamarás, hablarás con ella y todo volverá a ser como antes, quizá hasta más fuerte, ya lo verás.- Se esforzó por sonreírle con alegría y confianza, pero solo consiguió una sonrisa triste y lánguida. Giró el rostro hacia otro lado. ¡Demonios! Esperaba que hubiera notado eso. Claro que si le preguntaba, aun podía alegar el sentimiento de culpa.

¿Quizás sí, quizás no? Chris le miró de reojo, arqueando una ceja. Sí que era serio lo del descanso entre su amigo y su novia, pero Darren parecía más confundido que dolido, quizá eso era una buena señal, es decir, era preferible verlo confundido que destrozado porque su novia quizá no quisiera verlo de nuevo. Y si, había que admitir que en un arrebato egoísta, en el fondo sintió un pequeño dejo de esperanza.

Negó con la cabeza. ¿Desde cuando se había vuelto tan egoísta? Ahí estaba el pobre Darren, con la cabeza hecha un lío, su relación con Mía pendiendo de un hilo (aunque claro, ya había quedado resuelto el hecho de que no parecía afectarle tanto como él temía) y con su propia amistad aun en la cuerda floja y Chris solo podía pensar en querer una oportunidad a su lado. No era correcto, no era justo para Darren y el simple hecho de pensarlo le hacía sentir mal.

Pero es que, ¿cómo evitarlo? Le amaba desde hacía mucho, aunque antes no se diera cuenta, pero luego, cuando por fin lo aceptó aquello se había intensificado. Amaba su mirada, su sonrisa, su alegría y su inocencia. El estar a su lado lo hacía feliz y el recuerdo de sus besos aquella noche aun le hacían estremecerse y suspirar de emoción. ¿Cómo vivir con ello?

-De acuerdo, ya no la mencionaré.- Prometió, esbozando una tímida sonrisa a modo de disculpa por haber insistido en el tema. Guardó silencio unos segundos, Darren parecía seguir ensimismado en sus pensamientos y Chris empezaba a sentir la desesperación correr por sus venas. ¿Cómo diablos iban a continuar como antes si en cualquier momento se daban aquellos silencios incómodos donde ninguno de los dos decía absolutamente nada?

Quería a Darren... ¡¡¡Quería a SU Darren de vuelta!! Se giró y lo miró de nuevo. ¿Sería malo si lo abordaba directamente y le instaba a volver a charlar con él como antes? ¿Qué dejaran todo de una vez atrás?

Debía admitirlo, no era tan fácil como eso, aun debía tantear bien el terreno, porque una cosa era decirse mutuamente que deseaban dejarlo todo en el pasado y otra hacerlo de verdad. Aun así, intentaría actuar con naturalidad, con la facilidad de antes.

-Y, bien... entonces si lo que deseas es iniciar una nueva vida, con nuevas personas, quiere decir que tienes a alguien en mente, ¿eh?- Inició, sonriendo y con el tono de voz que hubiera usado antes de la fiesta.- Así que, ¿puedo saber de quien se trata?- Inquirió, dándole un pequeño golpecito en las costillas con el codo, de manera juguetona, buscando hacerlo sonreír.- Espero que no sea una de las chicas del cast, ya te lo dije, todas tienen pretendientes o novios, ninguna aceptaría salir contigo.- Bromeó.

Al parecer, si bien no había salido como Chris esperaba, por lo menos no había sido pérdida total. Darren parecía ligeramente más relajado por la broma. Reía, aunque no del todo alegre. A decir verdad, Colfer no sabía si eso era un avance o un nuevo error de su parte.

Sin embargo, Criss sigue la broma y eso relaja un poco al contratenor, quien afloja las cejas, amplía su sonrisa y le da un pequeño golpe en el brazo con el puño.- ¿Cömo dices eso? ¡Si todas están locas por ti, eres su consentido!- Añade, parte broma, parte en serio, pues en poco tiempo el starkid se había convertido en el favorito de las feminas del gleecast que no solo lo admiraban por su talento y carisma, sino que reían de sus bromas y halagaban lo buen mozo que era, sin mencionar que se derretían por él como si fuera un hermoso cachorrito que las conmoviera hasta la ternura.

Pero nuevamente vuelven a retomar la charla en serio, y Chris siente cierto alivio al saber que no es nadie nuevo (ninguna chica, pues él cree que solo podría tratarse de una) la que motiva la confusión de su amigo y aquella situación con su novia. Asiente cuando menciona lo del tiempo para él. Sí, quizá eso necesitaba, un tiempo solo para él y con eso no se refería solo a la carrera, a la cual podía dedicarse por completo con o sin pareja; no, este era más un tiempo para Darren, para vivir tranquilamente sin la presión de un compromiso y lo que esto conlleva. Sería algo bueno para él.

Pero lo último que menciona su amigo le deja extrañado. Dio un breve respingo y le miró de nuevo, con sorpresa.- ¿Yo? C... claro, puedo, digo, si tú lo dices, pero... ¿Exactamente como haré para ayudarte a volver a la soltería? Es decir, ¿Cuál es tu plan, Criss?- Añadió esto último en el mismo tono juguetón que usara minutos atrás, mirándolo con la sonrisa en los labios, pero ansioso por escuchar la respuesta.

Chris asintió varias veces al oír la primera frase, tratando de contener el gusto que le daba escucharlo. Su mejor amigo, ¡aún era su mejor amigo! ¡Y claro que lo apoyaría, para eso lo tenía, por él haría lo que fuera!

¡Cualquier cosa!

Sonrió. Así que ahora sus amigos serían el centro de su atención. Eso le agradaba. Ok, quizá estaría también compartiendo a Darren con los "Metiches" de sus compañeros del glee cast, que en cuanto supieran lo del break entre el starkid y la bajista underground, querrían consolarlo con litros de alcohol, billar y juegos de fútbol por T.V. pero bueno, lo importante era que Darren se sintiera bien, se distrajera y solucionara sus problemas, ¿no? Y si eso ayudaba, pues que más da, valdría la pena así tuviera él que ir también a ver esos partidos y perder en el billar ante Mark y los demás.

Volvió a asentir, ahora con más calma.Por supuesto que lo acompañaría hasta el fin del mundo si él lo quería, en cuanto a lo del hombro para los momentos de nostalgia, el corazón de Chris se conmovió. Le miró con ternura y asintió de nuevo.- Con gusto, Dare, sabes que puedes contar conmigo para todo lo que tú quieras, solo tienes que pedirlo y lo haré.- Aseguró con voz dulce.

Rió y negó con la cabeza al mismo tiempo.- No, Mr. Criss, no tengo nada más en mente que no sea ayudarlo a usted, y así lo tuviera, lo dejaría de lado.- Añadió lo último con más seriedad.- Tú eres toda mi prioridad, Dare.- Le tomó de la mano y la estrujó suavemente en señal de apoyo. Es verdad que sentía como si una descarga eléctrica le recorriera de pies a cabeza por el simple hecho de aquel pequeño contacto, pero pensaba que quizá eso haría sentir mejor a Darren, además, a él mismo le hacía falta tocarlo, ansiaba volver a tener ese contacto.

¿Se había excedido con sus palabras? ¿Se habría delatado con ellas? ¿Acaso Darren se daría cuenta de todo lo que encerraba en aquella frase?

Chris se quería morir, debía ser más cuidadoso con lo que decía pues si no iba a terminar delatándose y entonces, ¡Adiós Darren! Y no, no estaba dispuesto a que eso pasara. Pero al ver que arqueaba sus cejas de aquel modo ante sus palabras, Chris se sintió más nervioso, pues daba la impresión de que su amigo se había desubicado al oírlas y no podía culparlo por ello.

Darren rió con una mezcla de nerviosismo y ternura que Chris no supo a fin de cuentas como tomar. Sí, quizá sí se había excedido y su mano sobre la de Darren solo era una presión más que su amigo no necesitaba, no ahora. Iba a retirarla, o por lo menos eso planeaba, pero no pudo, Darren la había sujetado. Cuando eso ocurrió, la electricidad que recorría el cuerpo de Colfer se intensificó.

Sintió que su corazón latía con más fuerza. Unos deseos locos de abrazarlo y besarlo se habían apoderado de él, pero mejor desvió la mirada y rió también, de manera nerviosa. Si tan solo pudiera decirle lo que sentía, lo perdido que se hallaba por él. Pero no y no, recién estaban comenzando a volver a lo de antes, con trabajos, pero iban a lograrlo, no debía echarlo a perder otra vez.

Sonrió algo divertido ante las palabras de Darren.-¿Cómo no tenerte paciencia? Eres mi mejor amigo.- Aclaró Chris con una sonrisa.- Y no tienes nada que agradecer, Dare. Yo nunca podría dejarte solo.- Añadió, posando su otra mano sobre la de Darren. La emoción se intensificaba y sentía que estaba a punto de ceder a sus deseos, pero se contuvo y volvió a reír con nerviosismo.- Además, si no te cuido yo, ¿quien lo hará? ¿eh?-

Respiró hondo, miró hacia el cielo, tratando de poner sus ideas en orden. El mirador ofrecía uno de los escenarios más hermosos y románticos que Chris hubiera imaginado. ¡¿Por qué demonios tenía que pensar en romance otra vez?! Sacudió la cabeza y miró de nuevo a Darren.

-Bien, ahora que hemos resuelto todo... ¿qué te gustaría hacer para celebrar? Podemos ir al cine, o a cenar, a donde tú quieras.-

Sintió la mano de Darren alejarse de las suyas y luego la respuesta de Darren. De más está decir que Chris se sintió decepcionado, pues hubiera deseado salir con él a algún lado, como en los viejos tiempos, pero en especial para pasar mucho más tiempo con él.

Aunque quizá la decisión de Darren era la más acertada. Permanecer más tiempo a su lado significaba forzarse a sí mismo a resistirse, a luchar contra sus deseos y sus sentimientos. Podía llegar a cometer la tontería de no controlarse, arrojarse a sus brazos y robarle un beso que bien podría arruinar por completo lo que con trabajos acababan de rescatar.

Esbozó una media sonrisa, esforzándose por ocultar la mezcla de sentimientos que ebullía en su interior.- Oh, entiendo, y me alegra que hayan encontrado la forma de trabajar juntos a pesar de la distancia.- Añadió, refiriéndose a lo de los Starkids, con una sonrisa más amplia y sincera.- Tienes razón, lo dejaremos para otro día, quizá el fin de semana, tal vez estemos más relajados.-

Negó suavemente con la cabeza por la disculpa final.-Al contrario, te lo agradezco. Necesitábamos... ya sabes, arreglar eso, borrón y cuenta nueva.- Sonrió con nerviosismo.-¿Quieres que te lleve a casa? Tengo el auto allá abajo.- Ofreció timidamente.

Rió de buena gana, la respuesta era tan Darren, tal y como siempre. Debía admitir que el hecho de que aceptara su invitación de llevarlo le hacía sentir mucho mejor, pues temía que a Darren le hiciera sentir incómodo estar a solas con él en lugares privados o cerrados.

-Nunca me perdonaría hacerte caminar tanto.- Replicó también en son de broma, sonriéndole tranquilamente.- Vamos.- Añadió, haciendo una indicación con su cabeza. Ambos salieron del lugar con rumbo a la calle.

Todo podía funcionar, ¿no es así? Aunque solo pudiera tenerlo como su amigo, pero lo tendría y tendría el recuerdo de aquella noche que a pesar del terrible cierre no dejaba de ser hermoso. Nadie le negaba el amar a Darren, nadie podía impedírselo, así significara solo el ayudarle a ser feliz, mientras pudiera tenerlo a su lado.