Payday -Darren-

Recuerdo del primer mensaje :

Nota a los administradores (si aun siguen con nosotros ): Disculpen por tomarme la libertad de abrir un tema aquí, pero solicité la vivienda como era debido hace meses y aun no me la entregan y yo la necesitaba.

Habían pasado ya varias semanas desde el día en que Colfer y Criss habían hecho aquella apuesta.

Cuando Chris despertó, aun en brazos de Darren, tuvo que admitir que había perdido, además, aquellos ojos hazel tan alegres, parecían haberlo adivinado aun antes de que él dijera algo, habría sido una necedad de su parte negarlo, siendo tan obvio que el remedio del starkid había obrado maravillas enla salud del contratenor.

Derrotado, pero con una sonrisa divertida, Colfer tuvo que aceptar que Darren había vencido y pagar la apuesta. Por desgracia el constante trabajo les había impedido tener tiempo para eso, pues las grabaciones se intensificaron y el tiempo les escaseaba. Chris se hallaba preocupado conforme pasabanlos días de filmación, pues veía inminente la fecha en que Criss tuviese que dejar el cast por el termino de su contrato.

Se sintió increíblemente feliz al saber que gracias a la recepción del público hacia Darren y su personaje, Ryan había decidido extender la storyline de Blaine y cambiar el giro de la de Kurt, que ahora por el constante acoso, debía ser transferido a Dalton. Por un lado le era difícil al contratenor aquel cambio, pues a lo igual que Kurt, resentía el no participar junto a New Directions en las tramas y coreografías, además que extrañaba el constante trabajo a lado de los chicos, pero por otro lado la convivencia con Los Warlers era maravillosa y además estaba Darren, su mejor amigo. Aquella transferencia le venía perfectamente porque así el perosnaje de su amigo permanecería más tiempo y además podía convivir más con él en el set, siendo algo que le agradaba sobremanera, pues Criss tenía la virtud de ser una fiesta constante muy contagiosa que tenía en constante hilaridad al hermético y sobrio Chris Colfer.

Aunque debía admitir que la storyline se había tornado complicada en lo personal. Kurt había terminado por enamorarse de su mejor amigo (de lo cual no podía culparlo en lo absoluto), y ya se lo había confesado recibiendo solo un "tal vez" que luego había pasado por un turbulento caso de confusión bisexual por parte de Blaine. Colfer no dejaba de preguntarse que ocurriría con sus personajes, ¿serían pareja como la mayoría del público (e incluso Darren y él) esperaban? ¿O quedaría solo como otra herida en el corazón de Kurt?

Eso era algo agobiante y Chris deseaba desentenderse de eso por un momento. Por suerte para él, se había dado por fin unos días de descanso, los cuales pensó pasaría en casa, ahogado entre sus libros (algo que según él, era muuuuy relajante), pero se había equivocado, pues justo cuando salía del set, Darren lo había alcanzado para hacerle patente una cosa.

Era tiempo de pagar la apuesta.

Colfer se había limitado a sonreír y a asentir. Pese a que aun era algo reticente a invitar gente a su casa, no podía negar que el hecho de que fuera Darren quien lo visitaba se le antojaba muy divertido y agradable, además, se lo debía; lo había apostado, había perdido y pagaría, Colfer era hombre de honor.

Por eso quedaron de reunirse esa noche. Chris llegó a casa después de hacer algunas compras (palomitas, helado y un pastel), pedirían una pizza en cuanto Darren llegara. Dejó su mochila enla sala y las cosas en la cocina para luego entrar a la ducha, antes de que llegara su amigo. Tras unos minutos salió de ella, con el cabello húmedo y totalmente bajo, obviamente sin el volumen habitual que solían darle las chicas de maquillaje para interpretar a Kurt. Se había puesto una playera holgada y unos pantaloncillos cortos; cuando estaba en casa, procuraba alejarse un poco del estilo de vestir de su alter ego televisivo y andar un poco más informal.

Volvió al vestíbulo secándose el cabello con una toalla. Miró su mochila y recordó. Ahí tenía el script del capítulo 16 de la temporada. En esos días debían leerlo y estudiarlo para preparar los ensayos del día que retomaran el trabajo. Se acercó a donde había dejado la mochila, pero el sonido del timbre de la puerta le sacó de sus pensamientos. Caminó hacia la entrada y tras verificar en la mirilla que se trataba de su amigo, abrió la puerta.- Llegas temprano.- Le dijo, sonriente, permitiéndole ingresar al loft.

Sintió un malsano alivio al escuchar lo referente a Mía, que esa noche no se hallaría en casa y que quizá se comunicaría al día siguiente. No sonaba algo muy cariñoso eso de reportarse hasta el día siguiente, ¿acaso esa chica no valoraba lo que tenía? Chris estaba seguro que si fuera él y tuviera a Darren consigo, le estaría llamando antes de subir al escenario y justo después del espectáculo; "vaya con esa mujer que no parecía apreciar a Darren lo suficiente" pensó Chris, sintiendo por los celos y muy a su pesar, cierto aborrecimiento por ella.

Aún así, Darren optó por irse. Chris suspiró algo desalentado, pero sonrió de inmediato. Lamentaba el hecho de que su amigo tuviera que irse, aunque claro, le agradaba saber que se iba por otras cuestiones y no por la novia como él le había planteado. Se levantó al verlo recoger sus cosas, lo acompañaría a la puerta.

-De acuerdo, pero nadie te corre, ¿entendido?- Le dijo alegremente, en son de broma para hacerle más llevadero el momento. Ambos se dirigieron a la entrada y Chris abrió la puerta.- Te agradezco que hayas venido, me dio mucho gusto pasar la tarde contigo.- Añadió, apoyándose en la puerta y mirando a Darren a los ojos.

Ahí estaba otra vez, cayendo bajo el efecto de esos ojos hazel, sintiendo que su corazón y sus sentidos comenzaban a flaquear. ¡Qué ganas de abrazarlo y darle un beso antes de irse! o mejor aun, ¡Qué ganas de aferrarse a él y no dejarlo ir, volver al sofá y seguir ensayando aquellos besos y...!

Entonces reaccionó. Sonrió nerviosamente y bajó la mirada. Debía mejor agradecer el hecho de que Darren tuviera o deseara irse, pues si se quedaba no podía responder de sí mismo y eso habría sido fatal. Nunca perdería a Darren por dejarse llevar tan tontamente por sus impulsos, preferible callar a alejarlo de él.

-Eso tenlo por seguro.- Replicó Colfer a lo dicho por Darren. Claro que volvería a su piso, él lo invitaría un sin fin de veces aunque en eso se jugara su buen juicio o su cordura. Darren le era un ser muy querido, demasiado, y tenerlo en su casa era una forma de compartir con él más de lo que compartían a diario.

Y como si Darren quisiera poner a prueba la resistencia de ese buen juicio o de ese sentido común, el starkid abrazó de manera inesperada al contratenor, provocando que este volviera a perderse en aquel mundo de ensoñación del que acababa de escaparse al caer embelesado, mirándolo. Pasó sus brazos alrededor de Darren y le abrazó, afianzándolo contra su cuerpo mientras cerraba los ojos y se perdía un poco en aquella sensación que tanta calidez le prodigaba.

"No quiero soltarte, no quiero soltarte"

-Ok.-Respondió Colfer. El lunes se verían, de vuelta en el trabajo, de vuelta a ser Kurt y Blaine; de vuelta a ser la parejita en ciernes de ser novios, felices y despreocupados, comenzando a ver el cielo por hallarse con su alma gemela.

"Si tan solo tú fueras para mí..."

Darren le soltó y Chris hizo lo mismo. Ahogando un suspiro y poniendo buena cara. Agitó su mano a modo de despedida mientras esbozaba una sonrisa, la más adorable de su repertorio y cerraba la puerta detrás de Darren.

Colfer se recargó en la puerta, escuchando los pasos del starkid alejándose del lugar. No se retiró hasta que dejaron de resonar por el largo pasillo.

Al fin podía abandonarse a su propio dolor, al llanto que pugnaba por emerger desde hacía varias horas atrás. Al fin podía maldecir a su suerte sin temor a ser escuchado.

Volvió al sofá, se sentó y ocultando el rostro entre sus manos se echó a llorar. ¡¿Por qué demonios tenía que pasarle esto a él?! ¡¿Qué no había pasado ya por mucho como para todavía enamorarse de alguien tan maravilloso pero inalcanzable?!

Pero nunca obtendría las respuestas, porque nadie, ni él, podía prodigarselas. Lo único que le quedaba era desahogarse a su gusto a solas en su hogar.