Party night! -Darren- +18

Habían sido días muy ajetreados para todo el elenco, pero por fin habían logrado llegar al final del primer arco de la segunda temporada. Ahora la serie entraba en un receso, un hiatus que duraría un buen tiempo y que quizá les daría la posibilidad de un merecido descanso si no es que se entregaban a nuevos proyectos. Por lo que fuera, Mark Salling, actor interprete de Noah Puckerman, consideraba que a pesar de todo y después de tanto ajetreo, bien merecían una noche de diversión donde se olvidarán de itinerarios, llamados y todas esas cosas, en la que olvidaran cualquier reserva y solo se entregaran a la algarabía que les daba el simple hecho de estar juntos.

Por esa razón organizó una fiesta en su casa para todo el cast (y cualquier miembro de la producción que estuviera interesado). No era la primera vez que Mark hacía algo como eso, casi cada culminación de parte de temporada o de temporada completa, culminaba en casa de Mark con una reunión "sencilla" donde corría el alcohol y la buena música entre las botanas y los cigarrillos. Sí, cualquier ojo indiscreto que tuviera acceso a aquel hogar, no creería la clase de "Bacanal" que los niños lindos del glee cast solían tener en noches como esa.

Ahora la consigna de la fiesta no era solo divertirse y relajarse después de tan ardúo trabajo, había un plus en el motivo de la reunión y esa era integrar a los nuevos miembros del cast a la gran familia, por aquella razón, Chord y todos los miembros de los Warblers fueron invitados, pero al que tenían más interés de integrar era a Darren Criss, pues muchos consideraban que su personaje de regular podía dar el gran salto a fijo dado el giro de su línea argumental.

Mark se había encargado de hacer pasar la voz sobre la fiesta. Chris y Darren acababan de terminar sus escenas cuando el chico del mohicano los interceptó para hacerles saber a que hora debían ir. Colfer rodó los ojos, sin dejar de sonreír, asintiendo y asegurando que estarían ahí.

Chris aun se sentía algo raro a lado de Darren después de su auto descubrimiento amoroso. Más no por eso dejaba que la amistad pagara por ello. Seguía charlando con Darren de la misma forma cordial y alegre, jugando con él cuando la ocasión se daba y riendo como locos cuando Criss decía alguna de sus ocurrencias.

Colfer consideraba que ya tenía todo bajo control y que solo sería cuestión de tiempo para que aquello quedara muerto y enterrado. La fiesta de Mark (pese a que nunca le dejaban beber alcohol) era una buena oportunidad para relajarse y distraerse de ello.

Quedó pues, con Darren, para pasar por él a su casa y llegar juntos a la fiesta. Al ingresar al apartamento de Salling, aquello ya parecía tener un rato de haber empezado. Heather y Naya bailaban en la sala, donde habían hecho la mesa a un lado, mientras Corey y Kevin, con una cerveza cada uno, yacían sentados en un rincón, charlando casi a gritos por el ruido de la música.

Mark, al ver a los recién llegados, les salió al paso, dándoles la bienvenida e indicándoles donde se hallaban las bebidas y la comida, pero antes de que partieran a tomar algo, le advirtió de nuevo a Colfer que se mantuviera alejado de las bebidas alcoholicas. Colfer solo rodó los ojos con fastidio.

-Me trata peor que a un bebé.- Le susurró a Darren por lo bajo, riendo.

Miró a su amigo de reojo, con cierto gesto de fingida molestia, al tiempo que no puede evitar sonreir divertido. Ese "encontaremos algo que puedas beber" sonaba como una reafirmación a lo que acababa de decirle, Mark lo trataba como a un bebé y Darren parecía coincidir con él. Le escuchó decir lo último y esbozó una sonrisa dulce.- ¿Solías ir a muchas fiestas como estás?- Le preguntó con candidez, pues a Colfer siempre le interesaba escuchar los relatos de Darren acerca de sus días de universtiario. Imaginarselo en todas esas cosas que solía narrarle era algo que le agradaba sobremanera, además de que le permitía conocerlo aun más.

La música sonaba a todo lo que daba. Conforme avanzaban, los chicos del cast los miraban y les saludaban con alegría, dándole a Darren verdaderas muestras de afecto, haciéndolo sentir sinceramente bienvenido a aquella pequeña hermandad. Lo mismo iba para los demás chicos nuevos que también ya se hallaban en la fiesta, ya fuera bailando con algunas de las chicas o bien charlando con otros miembros antiguos del cast como Harry o el mismo Mark.

Colfer guió a Darren hasta la cocina, pues ahí era donde se hallaban las raciones de bebidas y alimentos varios típicos de las fiestas de Salling. En la barra se hallaban un sin fin de botellas de distintos licores entre los que lograba visualizarse wisky, vodka y tequila, sobre la mesa habían charolas con emparedados y salchichas y bajó esta una enorme tina con hielo y varias cervezas. Chris tomó una lata y se la tendió a Darren, resoplando con fastidio.- Toma.- Le dijo con cierto tono desganado.- La verdad no sé que problema hay si yo tomo alguna de estas cosas, es decir... ni que fuera a entrar una redada de la unidad antivicios o algo por el estilo. Salvo todos ustedes, ¿quien más se enteraría que probé una de esas cosas? Nadie, ¿por qué? Por qué obviamente nadie lo contaría, a menos que alguno de ellos fuera tan loco como para twittearlo y aun así no tendríamos porqué vernos en un lío legal por una cosa tan insignificante como esa.- Murmuraba, cruzándose de brazos y recargándose en la mesa.

Se hallaba cruzado de brazos, con la mirada hacia otro lado, cuando Darren comenzó a hablar. Chris miró a su amigo con atención, sonriendo al escuchar la evocación de los días universitarios del starkid. ¿Así que una regla para cada fiesta? Chris estaba interesado en saberlo.

Le parecía un código muy lógico y sabio, era casi como el código moral para las vegas, cuya comparación le hizo gracia. Abrió los ojos con sorpresa al escuchar la propuesta, ¿lo decía en serio? Pero Darren le ofrecía una lata y le guiñaba el ojo comprobándole el hecho.

-¡Gracias!- Exclamó tomando la lata con cierta emoción. No pudo evitar sentirse como un chiquillo precoz que estaba cometiendo una travesura, por suerte para él, era respaldado por alguien aun más travieso que él. Era la ventaja de que Darren fuera tan abierto y mejor aun, de contar con su apoyo .- Y no te preocupes por lo de la influencia.La única que me había apoyado en esto antes era Lea, pero todos le decían que no me solapara y en eso quedaba todo, así que si te dijeran algo nos tienes a Lea y a mí de respaldo.- Replicó, sonriéndole, mientras abría la lata.

-¿Así que los starkid son fieras juerguistas salvajes?- Inquirió, divertido, mirando a su amigo con suspicacia.- Tienes que contarme eso, ¿Qué solían hacer? Y mejor aún ¿Qué solías hacer tú durante esas fiestas, eh?-

Dio un sorbo a la cerveza. El sabor no era del todo malo, algo amargoso, es verdad, pero aun así era muy buena, aparte de refrescante. No sabía porqué tanto escándalo con algo tan simple como eso.

Miró como casi de golpe, Darren había terminado con la cerveza y ya iba por la segunda. Vio de reojo su lata y le dio un largo sorbo mientras escuchaba a su amigo, tratando de no quedarse atrás en aquello de la bebida.

Sonrió gratamente al oír referir las fiestas de aquel increíble grupo de teatro, sin poder evitar imaginarse las cosas conforme Darren las narraba, ansioso de escuchar más. Por suerte no tuvo que esperar mucho, pues el starkid iba compartiendo su anécdota sin reparo alguno para deleite de Colfer.

Podía imaginarselo. El grupo de amigos, tal y como se hallaban ahora, reunidos en algún lugar. Cantos irracionales y estruendosos, bromas con vestuarios distintos y Darren... riendo con esa adorable risa suya, con sus ojos brillantes y la alegría manifiesta en su rostro.

Pero lo curioso era lo último, ¿no recordaba la mitad de las cosas? Wow! ¿Pues cuantos tragos solía consumir su amigo en una noche de ese tipo? Seguro hacían esas clásicas competencias de quien bebía más, competencias que conocía porque Mark y los otros solían hacerlas cuando la noche entraba en calor.

-Por favor, eso no tiene nada de malo.- Replicó cuando dijo aquello sobre la impresión. Dio un último sorbo a la cerveza, dejando la lata vacía de lado y tomando otra nueva. Debía admitir que se estaba acostumbrando al saborcito y que lo fresco de la bebida era un buen alivio para el calor que hacía en el lugar en ese momento.

Asintió. Estaba de acuerdo, no tenía nada de malo esa clase de fiestas como un descanso bien merecido después de tanto trabajo y tensión. ¿Y sobre aquella imagen de niño fiestero que el starkid había presentado? Colfer solo sonrió animado, ya se lo imaginaba, es que un chico tan alegre como Darren no podía ser de los que se quedaran quietos al escuchar la palabra "fiesta".

-¡Oh, claro que quiero escucharlo, Criss, no te vas a salvar de decirmelo!- Insistió con una gran sonrisa y un tono de seudo amenaza. Se inclinó un poco hacia el frente, dio un sorbo a la cerveza y le instó con el gesto, expectante y alegre, para que hablara.

¡¿Qué acababa cómo?! Chris abrió los ojos con gran sorpresa al escuchar la forma en la que Darren terminaba en aquellas fiestas, ¿Y no se acordaba que había ocurrido en el interín a ese estado? Colfer estaba alucinando.

De solo imaginarlo las mejillas se le sonrojaron. Darren en tan poca ropa y sin saber que había hecho de por medio. Un pensamiento turbio le pasó por la cabeza, ¿Acaso terminaba acostándose con alguien sin darse cuenta? No se atrevió a preguntarlo, pero de solo pensar en eso se sintió aturdido, por lo que dio un sorbo largo a la cerveza.

Y lo increíble es que Colfer parece más cortado por aquello que el mismo Darren, protagonista de esa historia. El starkid siguió refiriendo sus aventuras, ahora las universitarias. Los juegos que ahí llevaban Colfer los conocía por las películas de adolescentes, aunque nunca los había jugado (no tenía muchos amigos y obviamente no era invitado a muchas fiestas).

Y nuevamente su imaginación le hacía una mala pasada, pues de solo pensar en jugar a aquello y acabar con Darren en un cuarto a solas... God! Las mejillas volvieron a teñirse de rojo y dio otro sorbo aun más largo a la cerveza, casi acabándola en un instante. Debía de controlar a su cabecita loca.

Darren seguía hablando mientras Chris tomaba otra lata de la hielera, la abría y daba otro sorbo, escuchando muy interesado aquellas historias. Daba otro sorbo cuando su amigo cerró aquel relato con algo que lo dejó pasmado, al grado que el trago se le fue por otro lado y casi se ahoga.

Cuando logró controlarse y recuperó el habla, mirando aun a Darren con aturdimiento y estupefacción.- Un momento... ¿Entonces quiere decir que te has... fajado con un chico?- Inquirió, bajando la voz para que no los oyeran los demás, cosa que de por sí sería difícil con el escándalo de la música. Chris no parpadeaba, viendo a Darren con una mezcla de incredulidad y esperanza. ¿Le jugaba una broma o hablaba en serio?

-Darren... ¿Acaso eres bi?- Soltó despacito, sintiendo que se estaba pasando de confianzudo con aquella pregunta tan íntima.

Chris notó el predicamento en el que había pesto a su amigo, pues este casi se ahogaba con la bebida a raíz de sus impertinentes preguntas. El contratenor se sintió apenado, no debió ser tan entrometido.

Darren, a pesar de todo, respondía las preguntas con su franqueza habitual. Colfer, aferrando la lata entre sus manos, escuchaba atento las palabras de su amigo como si su vida dependiera de ello, y es que en su interior conservaba una esperanza, por muy iluso que pudiera sentirse después.

Asentía lentamente mientras decía aquello de enamorarse de la persona y no del sexo en sí. Eso sonaba tan romántico y lindo, Colfer le miraba casi embelesado.

Pero el castillo se le desvaneció con la siguiente declaración. Solo había tenido novias, eran las únicas con las que se había sentido cómodo. Eso le cayó como un balde de agua fría y le hizo sentir un verdadero imbecil, pero no podía culpar a Darren, él solo hacía lo que su corazón le mandaba, Colfer era el que se hacía ilusiones estúpidas a la más mínima oportunidad, así fuera solo un juego de niños hormonados como el starkid lo planteaba. "Heteroflexible" Bonita palabra para definirse, sonrió débilmente y dio otro sorbo a la cerveza.

-No, no tiene nada de malo.- Replicó a su pregunta final.- Además, no sé porque debes sentirte mal ahora que eres adulto y miras hacia el pasado. Tú lo has dicho, solo experimentabas y no le hacías daño a nadie, ¿por qué habrías de sentirte mal? No hiciste nada malo ni nada incorrecto, probar algo diferente, aunque sea solo por 7 minutos no te convierte en nada, no dejas de ser heterosexual, uno de mente abierta, pero con tu identidad y gustos bien definidos, no tienes nada de que preocuparte.- Afirmó, sonriéndole nuevamente con cierto dejo de tristeza, gesto que procuro opacar volviendo a beber de la lata de cerveza de un tirón, de ese modo, terminaba con su tercera cerveza en lo que iba del rato.

-Disculpa, no debí hacerte esas preguntas tan íntimas, me vi muy impertinente, lamento haberte incomodado.- Añadió. Molesto consigo mismo por haberse entrometido y más aun por haberse ilusionado, tomó otra lata, la abrió y dio un sorbo largo, buscando de aquel modo distraerse. La música seguía sonando afuera y los chicos comenzaban a gritar "fondo" repetidas veces. Colfer esbozó una media sonrisa.- Ya están con las competencias de bebida, ¿quieres que vayamos a ver?-

Se sintió un poco mejor cuando Darren le restó importancia a su impertinencia y hacía alusión a la confianza que había entre ellos.

No le sorprendió que en lugar de solo ver, Darren quisiera participar. Después de todo lo que le había contado de sus días universitarios, quizá haría sido raro que no lo deseara. El starkid rodeó los hombros de Colfer, guiándolo hacia el living, y Chris se recargó a él sin saber que era lo que lo embargaba, si la melancolía de lo que habían hablado o el efecto de las cuatro cervezas que llevaba contadas.

Llegaron al grupo que formaban sus amigos hacían ruedo a Mark y Chord. Chris rió, Chord si que la tenía perdida pues Mark, a lo igual que su alter ego televisivo, solía tener un aguante para el alcohol que era realmente impresionante de ver y que jamás había logrado ser derrotado por nadie del cast. Como era de esperarse, Mark se levantó con la victoria por sobre el pobre Overstreet, que riendo aceptaba su derrota, aceptando no poder seguirle el paso.

Ahora era el turno de buscar nuevos competidores. Uno de ellos fue Kevin, ahora solo necesitaban al retador. Darren, con su brazo libre se ofreció de inmediato, Lea sin pensarlo lo llamó al frente.

Pero antes de irse, Darren le susurró algo al oído a Chris, algo que le dejó con los ojos muy abiertos, las mejillas muy rojas y la garganta seca. ¿En verdad se lo decía en serio? Miró a Darren, su rostro parecía tan sincero como siempre. Sí, lo decía en serio.

¿Cómo debía catalogar eso? En verdad que Darren Criss parecía haber sido puesto en la tierra solo para darle descalabros al pobre de Colfer, pues primero lo veía inalcanzable, sobre todo al darse cuenta de lo locamente enamorado que se hallaba de él y cuando sentía un rayo de esperanza, se la arrancaba de tajo al comentarle aquello de las mujeres, y ahora le salía con eso. Colfer sintió que su cabeza daba vueltas.

Darren pasó al frente y Lea dio inicio a la competencia. Chris, aun descolocado por la confesión de Darren, sintió que necesitaba algo más fuerte por lo que le quitó a Amber su bebida de la mano, cosa que esta ni hecho de menos pues estaba absorta en la competencia, animando a Kevin pues los bandos se habían dividido, parecía ser una competencia Warblers vs New Directions. Colfer dio un largo sorbo a la bebida de Amber, la cual era una mezcla de soda con muchísimo wisky.

Se sintió más relajado con aquel mega shot de alcohol, por lo que se puso a animar a Darren. Sí, quizá debía entrarle el conflicto que Kurt solía tener ahora entre su antiguo coro y el actual, pero Colfer estaba seguro de a quien animaría Kurt en realidad si estuviera en su situación y Chris sabía realmente a quien quería animar por sobre todas las cosas. Instaba a su amigo a continuar, a vencer a Kevin, a acabar con aquella bebida lo más rápido posible.

Y al parecer Darren estaba logrando el cometido sin problema alguno. Pues en menos de lo pensado ya daba cuenta de la bebida mientras a Kevin le resbalaba por la barbilla sin llegar aún a la mitad. Todos aclamaron al starkid al verle vencedor de su compañero. Chris, junto con los Warblers, gritaban alegremente alegando la victoria.

Ahora Lea se daba a la tarea de buscar nuevos competidores al tiempo que Kevin le daba la mano a Darren como buenos "atletas" después de una "sana" competencia.

-¡¡Excelente, lo hiciste muy bien!!- Exclamó Chris cuando Darren volvió a su lado. El contratenor se colgó de su cuello, abrazándolo con entusiasmo mientras le daba un beso en la mejilla a modo de felicitación.

Ok, el alcohol le estaba haciendo aprovecharse de la situación.

Chris rió por la aseveración de Darren. ¿A quién pretendía impresionar con ganar la competencia? ¿Acaso se refería a él?

El starkid había rodeado su cintura con sus manos, a fin de aferrarse a algo y poder mantenerse en pie. Se alejaron un poco del grupo, solo unos pasos, y sin darse cuenta, sus rostros quedaron muy cerca, tanto que el aliento de uno se confundía con el otro.

Chris le observaba anhelante, como deseando atacar sus labios, pero aun había un vestigio de raciocinio dentro de su cabeza, lo cual le impedía actuar como realmente deseaba hacerlo. A pesar de todo, sentía ganas de reír y lo hacía sin pensar, acompañando a Darren quien también parecía hallar algo gracioso en todo ello y reía amenamente. Producto todo del alcohol consumido.

En eso, el starkid soltó aquella propuesta y los ojos de Chris se abrieron con sorpresa. ¿Hablaba en serio? ¿Si ganaba aquella competencia le cumpliría cualquier capricho? La mente del contratenor comenzaba a trabajar a mil por hora y los humos etílicos parecían acallar poco a poco aquella voz de razonamiento que aun se debatía por hacerse oír y darle conciencia a los actos de Colfer, pero era en vano. Chris sonrió sin dejar de mirar a Darren.

-Ok, ok, acepto.- Replicó aun riendo, separándose cuidadosamente de su amigo (de modo que ninguno de los dos cayera) y se dirigió de vuelta al círculo. Lea seguía buscando participantes, ya tenía a uno, Corey Monteith, ahora solo hacía falta otro más.

Colfer expresó su deseo de competir. Algunos gritaron animados, otros, como Salling, Jenna y Heather comenzaron a protestar alegando que Chris no debería beber al no tener la edad. Pero Lea agitó las manos en un gesto despectivo ante las protestas de aquel trío al tiempo que el resto de los presentes les mandaban callar entre gritos y protestas, pues todos se hallaban con ciertos grados de alcohol en la sangre, de modo que lo que menos deseaban observar en ese momento eran aquellos reglamentos sobre la edad y el consumo de licor.

Gracias a este apoyo, el cual Chris agradeció con una muy teatral reverencia, le fue permitido competir.

Lea les entregó a ambos la jarra de licor. Colfer la observó con la mirada atontada. Wow! Era inmensa, y la verdad ese día apenas era su primera experiencia con la bebida; se preguntaba si acaso lo lograría.

Pero le bastó ver el rostro de Darren entre la multitud y recordar la promesa hecha para animarse, además, después del apoyo recibido por todos para lograr participar ¡Tenía que ganar la competencia!

Lea instó a todos a dar la cuenta de inicio. Al gritar "Tres", ambos competidores comenzaron a beber.

Chris apuró la bebida sin respirar, sin buscarle sabor ni tratar de identificar que era. Solo tenía algo en mente, Darren. Por él debía ganar.

Escuchaba vagamente los gritos de apoyo, aunque ciertamente no identificaba que nombre gritaban y la verdad, no importaba, solo deseaba ver el fondo de esa jarra. Un trago, otro trago, uno más y ¡Listo! Había terminado la última gota de aquella extraña mezcla. Retiró la jarra de su rostro y sacudió la cabeza pues hasta ese momento sentía de golpe el rudo sabor etilíco de la bebida al tiempo que recibía el golpe en la cabeza por parte de la sustancia.

Apenas y notó cuando su brazo era levantado por Lea, quien gritaba alegremente, casi no fue consciente de los gritos que le vitoreaban por haber logrado aquella "proeza", miró a Corey, que aun bebía y llegaba al final solo por no dejarse, y después de eso daba la mano a Colfer (o mejor dicho se la tomaba para estrecharla, por que Chris no lograba coordinar aun como para estrecharla por su cuenta). Corey, después de eso, se retiró para dejar su lugar a un nuevo contendiente, mientras Chris se alejaba por su lado, mareado y aturdido.

Llegó a donde Darren, entre palmadas en la espalda y felicitaciones por parte de sus compañeros de Dalton, a los cuales agradecía como podía. Aun aturdido, sintió que se caería, por lo que se aferró a Darren para apoyarse en él.

-Lo logré.- Dijo, riendo tontamente y cerrando los ojos pues la habitación le daba vueltas y esperaba que así dejara de girar. Mark se acercó a ellos, negando con la cabeza, pero sonriendo de todas formas.

-Será mejor que lo recuesten para que se le pase el trago.- Le dijo a Darren y a los warblers que se hallaban cerca.-Llevenlo a mi cuarto, a lo mejor se duerme.- Añadió, indicando con la mano la dirección a seguir, mientras Colfer alegaba que no era necesario, ya que según él, se sentía perfectamente bien.

Por unos segundos no supo nada de nada, ni de la fiesta, ni de los chicos, ni nada. Solo sabía que el piso se movía horriblemente y que si no se sostenía dealgo o alguien, caería sin remedio al piso.

Por suerte, Darren fue su sostén total, y Chris se aferró a él como a una tabla salvavidas. Lejanamente escuchó las voces de Mark y otros chicos Warblers, y luego la de su amigo, aunque no estuvo seguro de que tanto habían hablado.

Solo sintió que el starkid pasa le pasaba el brazo por la cintura y el otro por los hombros, guiándolo así lejos de la mulitud, cosa que agradecía, pues el griterío le estaba molestando. Le escuchó hablar mientras andaban y sonrió tontamente.- ¿Sabes? Yo tampoco lo sabía…-Alegó, riendo, agarrándose bien de Darren para poder caminar sin caer, pero feliz por los halagos que Darren le profería. Ya por eso se sentía completamente saldado y que la competencia había valido la pena.

Siguió caminando con Darren, o más bien siendo arrastrado. Se sentía algo adormecido, pero se hallaba con Criss y eso le instaba a no querer dejarse llevar por aquel sopor. Llegaron hasta una puerta, la cual Darren abrió y por la que entraron a un cuarto que vagamente Cofer pudo apreciar; solo acertó a seguir caminando, dejándose guiar a donde su amigo le llevara.

Darren le estaba recostando, todo con cuidado para no hacerlo caer y quizá para tampoco caer él en el proceso. Chris se dejó guiar, pero aun sosteniéndose de él. Escuchó sus palabras y sonrió. ¿Dormirse? ¡Claro que no! Y menos con él ahí.
Y menos cuando le dejaba ver que cumpliría su promesa.

Chris seguía aferrado a Darren, por lo que al irse recostando lo iba jalando hacia él, haciendo que su amigo se fuese recostando sobre él. La mirada de Colfer brillaba maliciosamente, una sonrisa pícara y juguetona aparecía en sus labios.
-Sí lo recuerdo… no creas que te vas a salvar.-Susurró, rodeando el cuello de Darren con sus brazos, acercándose a su rostro y rozando con su nariz la mejilla ajena, pasando sus labios tentativamente por sobre los de Darren.- Y ya sé… ya sé como me vas a pagar…- Continuó, besando o más bien degustando el mentón de Darren, bajando hacia su cuello en una serie de besos lentos y delicados, casi chupando la piel ajena en un afán de saborearlo totalmente.

Vaya que si sabía que deseaba como pago y el alcohol era el que le instaba a pedir y hacer aquellas cosas que en sus cinco sentidos habría evitado totalmente. El hecho de que su amigo es un heterosexual confundido, que tiene novia y que de hecho ha confesado sentirse cómodo con las chicas es algo que no encuentra cabida en la mente de Colfer en esos momentos, al contrario, el alcohol ha borrado todos esos impedimentos de un plomazo. Para él solo existe aquella última confesión y todo lo que siente por Darren.

Seguía besando a su amigo de aquella manera, pasando ahora a los labios de Darren, besándolos de la misma manera en la que besó su cuello; luego acercó sus labios a la oreja ajena.- Quiero que me dejes intentar superar lo hecho por tu amigo aquella vez.- Dijo en un sensual y no planeado ronroneo, al tiempo que flexionaba una de sus piernas, acercándo así más su cuerpo al ajeno.- Sé que después de mí no vas a pensar en nadie más.- Insistió, deslizando una de sus manos por el pecho de Darren, bajando por su vientre hasta llegar a la entrepierna, dibujando suavemente con sus dedos, círculos en aquella delicada zona.

El licor había borrado por completo las inhibiciones del contratenor, dando rienda suelta a todo aquello que se guardaba y contenía dentro de sí. Su amor por Darren, su deseo y ansiedad por estar con él, ocupaban ahora totalmente su mente y sus acciones respondían a ello.

Por eso ahora le besaba con libertad, como si fuera si hubiesen sido amantes desde hacía mucho tiempo. Mordisqueaba el lóbulo de su oreja y chupaba la piel de su cuello con ansiedad y lujuria, dejándole también espacio en su cuello para que hiciera lo que quisiera con él.

Escuchar su declaración le hizo estremecer. Sintió su cuerpo estremecerse a la par del suyo, los dos temblaban de emoción lujuria contenida. ¿Qué pidiera? Darren debía ser cuidadoso al decirle semejante cosa a un Chris Colfer ebrio, deshinibido y loco por él, podía llegar a arrepentirse.

Sonriendo juguetonamente, comenzó a desabotonar el pantalón de Darren, para luego bajar la cremallera y deslizar sus manos en el interior de la prenda. Paseó sus largos dedos blancos por encima de aquella zona hinchada y vibrante, delineándola con sus manos, masajeándola suavemente al principio y con un poco de dureza después. Luego, sus manos se internaron dentro de los boxers para que el contacto fuera directo y las caricias se prodigaran a lo largo de toda aquella erección, a la cual liberó con ansiedad, bajando la ropa de Darren lo suficiente para poder lograrlo.

Siguió masajeando desde la base hasta la punta, rodeando la erección de su amigo con ambas manos, subiendo y bajando, causando con aquello una deliciosa fricción. Una de sus manos comenzó a pasarse por el glande, mientras la otra continuaba deslizándose a lo largo hasta llegar a la base y los testículos, repitiendo una y otra vez las caricias por toda aquella piel, disfrutando del contacto con sus manos.

-¿Así que puedo pedir lo que quiera?- Inquirió aun acariciándolo con suavidad, aumentando luego la velocidad, subiendo y bajando sus manos a lo largo, arriba y abajo, constante, fuerte, suave, alternando, sin perdonar al glande que yacía hinchado de tanta estimulación.

-Entonces quiero que me cumplas un gran capricho... uno muy grande...- Susurraba aun con aquel tono ahogado por la excitación que le daba un tinte muy sensual a sus palabras.-Hagamoslo, Dare, por favor... quiero que entres en mí, quiero que me hagas tuyo.- Insistió, mordisqueando el lóbulo de su oreja, sin dar tregua a su entrepierna y acariciando con su pie una de las piernas de Darren.

Era una serie de sensaciones tras otra la que le abrumaban y le volvían loco en aquel momento. El sentir la piel de Darren entre sus manos, sentir su aroma, sus labios, sentirlo en su cuello, todo aquello le hacía perder la cabeza aun más que los efectos del alcohol.

Las manos de Darren no se habían quedado quietas y se paseaban por la piel de Chris, debajo de la camisa, arrancando del chico pequeños gemidos de placer y encendiendo aun más la llama que ya estaba consumiendo a Colfer. Este siguió estimulando al starkid, en fervorosa respuesta a las caricias que él le prodigaba, disfrutando del contacto y deseando hacerle disfrutar.

Pero cuando manifestó su deseo, Darren levantó el rostro. Por un momento, aun entre la bruma que su mente tenía por el licor, Colfer sintió una punzada de remordimiento. ¿Darren no deseaba hacerlo? Quizá, después de todo le estaba pidiendo demasiado, quizá por eso se estaba negando. El miedo amenazó con invadir al contratenor.

Pero las palabras del Starkid le tranquilizaron, no era que no lo deseara, es que no tenía experiencia previa, al menos no con un chico. La sonrisa de Chris no se hizo esperar.

Aun seguía acariciando aquella zona tan íntima, cuando las manos de Darren le detuvieron. Colfer pasó entonces sus brazos alrededor del cuello de Criss, acercando más sus labios a los de su amigo, rozándolos al hablar.- Estaré bien contigo, porque solo me importa que seas tú...- Le dio un beso suave y delicado, separándose un poco otra vez.- Aprenderemos juntos, ¿sí?- Dio otro beso más, lánguido, saboreando los labios ajenos, se separó de nuevo un poco.- por favor.- Insistió, con un pequeño puchero.

-I need you too, Dare.- Susurró con voz ahogada por la excitación, lanzando después otro gemido al sentir las férreas manos de Darren apoderarse de su intimidad, devolviéndole la estimulación que él le había prodigado. Chris se estremecía, su cuerpo se revolvía del placer que las manos de su amigo le estaban haciendo sentir.- Quiero ser tuyo, Darren, no quiero pertenecerle a nadie más.- Insistió, abrazándolo, internando sus manos entre su cabello.

Las dudas parecieron disiparse de la mente de Darren, que ahora comenzaba a frotar su erección contra la de Colfer, arrancando de este gemidos mayores que los que había logrado hacía unos segundos con el roce de sus manos.

Los dedos del contratenor se crispaban en los hombros del starkid, al tiempo que su espalda se arqueaba ante cada roce, cada fricción entre ambas erecciones. Sintió como las manos de Darren se encargaban de liberarlo de sus prendas inferiores. Chris, además de levantar un poco su cadera para permitir el descenso de su ropa, se se dedicó a su vez a deshacerse de la camisa de su amigo.

Al tener su piel libre de aquel estorbo, comenzó a besar su cuello con ansiedad, bajando por la clavícula y llegando al pecho. Le besaba con una mezcla de lujuria, ansiedad, desesperación y amor. No podía evitarlo, a pesar de la niebla del alcohol, aun se destacaba aquel sentimiento que guardaba hacia Criss, por lo que cada parte de piel expuesta era besada con veneración y lujuria a la vez por parte de Colfer; este chupaba, lamía, besaba y acariciaba a aquella piel morena, saboreando y disfrutando de su contacto.

Se movió lo suficiente para alcanzar uno de los pezones ajenos, apoderándose de él, aprisionándolo entre sus labios mientras su lengua le delineaba en circulos y chupaba la delicada zona con la destreza que solo el deseo contenido puede prodigar a un chico locamente enamorado. Las manos de Colfer se paseaban por la ancha y tersa espalda de su amigo, bajando por su cintura y llegando hasta su cadera; introduciéndose por dentro del pantalón y acariciando los glúteos del starkid con suavidad.

Colfer sintió como su cuerpo era despojado del pantalón y los boxers, quedando totalmente expuesto ante Darren. En sus cinco sentidos, el contratenor habría intentado cubrirse, timido y avergonzado por hallarse así ante otra persona (en especial si esa persona es Darren), pero en aquel estado solo pudo hacer una cosa, acercar su cadera a la ajena, buscando que se reanudara la fricción entre ambas excitaciones que había sido dejada de lado por despojarle de la ropa. Rodeó las piernas de Darren con una de las suyas, clara señal de que deseaba esto, que estaba dispuesto a todo, a llegar a donde él quisiera. Chris Colfer se estaba entregando a Darren Criss por completo, y esperaba, ansioso, que aceptara tomarlo.

Darren reaccionaba perfectamente a cada toque de la lengua y los labios del contratenor contra su piel, y Chris seguìa deleitàndose con aquella piel salada y maravillosa. Se hallaba en el cielo y de ahi no querìa salir jamàs.

Su aroma, su calor, los sonidos roncos que emitìa ante cada nueva sensaciòn, traìan a Colfer totalmente loco, perdido, sin pensar en nada ni nadie màs que Darren y el acto que estaban llevando a cabo. No solo era el alcohol el que guiaba a Colfer, era todo aquel alud de sentimientos que no podìa parar. Pasò sus labios al otro pezòn, atendièndolo de la misma forma que al primero, pues no desesaba dejarlo asì, solo y sin ser mimado. Darren seguìa emitiendo aquellos roncos jadeos que provocaban aquel circulo "vicioso" pues mientras màs demostrara el placer que sentìa, màs se esforzaba Chris por complacerlo.

Sus caderas habìn tenido un roce extra que anunciaba las sensaciones venideras. Colfer se estremeciò lanzando un breve gemido. Mirò a Darren y le vio relamerse los dedos de manera excesiva, Chris pudo intuir con que fin lo hacìa, e involuntariamente se relamiò los labios al mirarlo en aquella tarea.

Los gemidos de Chris aumentaron al sentir aquellos intrusos en su interior. Su espina se arqueò, haciendole echar la cabeza hacia atràs. Su erecciòn palpitaba ansiosa, su entrada se dilataba, como invitando a su amigo. Colfer se aferrò a los brazos de Darren, ansiaba tenerlo ya dentro de èl.

-Por favor, Dare, ya no puedo màs, te necesito.- Le murmurò con ansiedad.